La disposición no fue confirmada de manera oficial, pero ya tendría el aval del propio Gobierno nacional y de las cadenas de supermercados. El Poder Ejecutivo Nacional (PEN) avanzó esta semana en la implementación de una tarjeta de crédito oficial, lo que le permitirá injerir en el sistema financiero para modificar los porcentajes de las comisiones que los bancos cobran a las firmas comerciales. Según las informaciones hechas públicas ayer por matutinos de Buenos Aires, la medida se aplicaría en las próximas semanas.
Fuentes gubernamentales remarcaron a LA GACETA que la idea fue planteada el viernes por las propias cámaras que representan a las grandes empresas del sector, como una alternativa para reducir los costos y mejorar la competitividad. "Los supermercados percibieron que se les aplican altos porcentajes. Presentaron el proyecto de una tarjeta para la comercialización en las diferentes casas, propuesta que podría ampliarse a otros rubros", explicó ayer un funcionario oficial.
"Reducir de 3% a un 1%, implicaría una brecha de dos puntos porcentuales. Es mucha plata", agregó el funcionario.
Si bien no hay confirmación estatal, la información que circuló fue que el Banco Nación sería el organismo que asistiría la "tarjeta nacional", que contemplaría el cobro de hasta un 1% de comisión a los comerciantes, diferente a la proporción que establecen las tarjetas como Visa o Master Card, de hasta un 3%. A esto se suma que sería de uso "excluyente", es decir, que sería el único plástico que aceptarían en los comercios adheridos.
¿Cómo repercutió esa idea en Tucumán? En las gerencias de los bancos de las sucursales de la provincia estimaron que la disposición habilitará una fuerte intervención del Gobierno en el mercado. Aunque también remarcaron que el uso exclusivo será inaplicable. "(El PEN) presionará para que haya comisiones diferentes", dijo un gerente local, quien afirmó, además, que difícilmente un supermercado deje de aceptar Visa o Master Card, ya que impactaría de manera significativa en las ventas.
El mismo directivo financiero evaluó que el Ejecutivo, en primera instancia, podría injerir en el sistema financiero a través del personal de asalariados del Estado. "Quieren llevar todo al Banco Nación. El Gobierno buscará que todos los gastos de la masa de estatales pasen por medio de esta tarjeta, que tendrá condiciones distintas al resto", enfatizó. En el sector financiero admitieron que las tarjetas de crédito fueron intermediarios "muy poderosos" en el impulso del consumo y que ello implicó grandes comisiones.
Aval de supermercadistas
Por su parte, el titular de Supermercadistas de Tucumán, Guillermo Saccomani, dijo que la idea de la tarjeta nacional es buena y que tenderá a reducir los costos del comercio y del consumidor. "No tengo conocimiento de cómo operará. Pero será importante para ayudar a los comercios 'nacionales' para realizar convenios sustentables. Muchas veces, las tarjetas extranjeras dan apoyo a ciertos comercios. A lo mejor, también podría influir a bajar las tasas de interés", manifestó.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, acordó con las cadenas de supermercados el congelamiento de precios para intentar frenar un proceso inflacionario que, según consultoras privadas, alcanzó un 25% promedio en 2012. "La tarjeta no atacará a la inflación. No se sabe si beneficiará a los consumidores, en particular, en los barrios", expresó Ernesto Gómez Rossi, del Instituto de Investigación Económica, Social y Política Ciudadana (Isepci).